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Vuelve la gripe y el miedo de la mano

2012/01/26 Carton Virto, Eider - Elhuyar Zientzia

La gripe y el miedo son inseparables hace tiempo y estamos en medio de uno de esos brotes agudos del tandem. En esta ocasión, los protagonistas son dos investigaciones realizadas con el virus de la gripe H5N1 de aves, y las peticiones en nombre de la bioseguridad ante los resultados de estas investigaciones.

Las primeras señales del brote surgieron el pasado mes de septiembre en Malta, en un congreso organizado por el Comité Científico de la Gripe Europea (ESWI). Allí, el investigador Ron Foulchier del centro de investigación médica Erasmus de Rotterdam, explicó algunos de los resultados obtenidos con el virus de la gripe H5N1 de aves: una variante del virus creado por mutación en el laboratorio era capaz de contagiarlo mediante aerosoles sin perder virulencia. Los hurones son el mejor ejemplo para realizar estudios de gripe humana que se contagia a través de las vías respiratorias y el resultado era preocupante, ya que daba a entender que el virus H5N1 de las aves puede producir una pandemia de gripe entre los seres humanos mayor de lo previsto. Los autores del estudio argumentan que el resultado obtenido es suficiente para dudar de si se ha infravalorado el nivel de riesgo del virus H5N1. Algunos expertos afirman que el riesgo es bajo en base a las conclusiones extraídas de los datos históricos, respectivamente: Que los virus de los subgrupos H1, H2 y H3 son los causantes de las pandemias, que la mezcla genética de los virus humanos y animales es necesaria para la creación de agentes de pandemia, así como la necesidad de que los cerdos sean hosteleros intermediarios. Sin embargo, los resultados obtenidos en Holanda pueden ser indicadores de lo contrario.

Además, la capacidad de contagio por vía respiratoria no ha sido en detrimento de la virulencia del virus, lo que los investigadores han situado también en el umbral de las preocupaciones, ya que hasta ahora se daba en forma de vajilla que, a pesar de que el nivel de mortalidad de las infecciones actuales H5N1 era muy superior al de la pandemia de la gripe española, la variación que se transmitiría en aerosol probablemente tuviera una virulencia menor que la actual. Los resultados de la investigación realizada con los hurones parecen indicar otra cosa, por lo que los investigadores reivindican la necesidad de continuar con estas investigaciones, ya que pueden ayudar a conocer cómo los virus de la gripe adquieren la capacidad de contagiarse del ser humano.

Los resultados obtenidos en el centro de investigación médica Erasmus no se conocen con exactitud, ya que aún no han sido publicados. En la misma situación se encuentra la segunda investigación mencionada al principio y se estima que ha llegado a conclusiones similares. Se trata de un trabajo realizado en Estados Unidos, en la Universidad Wisconsin-Madison, que ha difundido mucha menos información que la primera, entre otras cosas porque el investigador principal no ha querido hablar públicamente desde que estalló el debate.

La explosión se produjo el 20 de diciembre, cuando el Gobierno de los Estados Unidos pidió a los autores y a las revistas Science y Nature que publican los resultados de las investigaciones, para que los detalles de la metodología del artículo de retirada no se extiendan información suficiente para que los resultados puedan repetirse, en nombre de la seguridad, no estén a disposición de los potenciales bioterroristas. Los que debían saberlo tendrían conocimiento confidencial de los detalles, pero, por lo demás, los riesgos derivados de la divulgación de la información eran mayores que los beneficios.

Algunas medidas, como la censura, o la agresión a la libertad de investigar y compartir resultados, como el propio Foulchier, hacen referencia a quién decide qué personas y entidades necesitan conocer los detalles y cómo se va a tomar la decisión. Y no son preguntas banales. De hecho, la recomendación de limitar la información fue emitida por el Consejo Asesor de Bioseguridad de Estados Unidos (CNAE), que surgió como un órgano de autorregulación tras los ataques de antrax que tuvieron lugar en Estados Unidos.

Asimismo, quienes consideran inadecuada la medida consideran que limitar la información es poner en peligro los beneficios que este tipo de investigaciones pueden reportar a la salud pública. En el otro lado, para evitar que los virus potencialmente peligrosos caigan en manos de los delincuentes o se escapen de los laboratorios por accidente, priorizan las medidas como un beneficio para la salud pública.

El intercambio de opiniones y la presión recibida por investigadores y revistas no ha sido baja, entre otras cosas porque el propio gobierno estadounidense es el pagador de las investigaciones. Por el momento no han adoptado una decisión definitiva. El pasado 20 de enero, sin embargo, dos grupos de investigación publicaron una carta conjunta en la que afirmaron que han aplicado una moratoria voluntaria de 60 días a sus investigaciones: “Somos conscientes de que tanto nosotros como el resto de la comunidad científica debemos explicar con claridad los beneficios de esta importante investigación y las medidas adoptadas para minimizar los riesgos potenciales. (...) Somos conscientes de que las organizaciones y gobiernos del mundo necesitan tiempo para encontrar la mejor solución a las oportunidades y retos que surgen de este trabajo”, afirman. Dos meses no parecen suficientes para soltar este nudo, y para ver cuáles serán las últimas víctimas de este brote del tandem de miedo a la gripe, pero lo que está en juego no es poco.

Información adicional:

Crean secciones especiales de debate en las páginas web de Science y Nature

 

Publicado en Berria

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